Hablemos claro: a nadie le encanta recibir críticas, pero la verdad es que son necesarias para crecer y mejorar. La clave está en aprender a darlas y recibirlas de manera constructiva para que sean útiles y no se conviertan en un drama. ¿Cómo se hace? Acá van algunos tips que te ayudarán a manejar las críticas como un profesional (sin perder amigos en el intento).
Cómo dar críticas constructivas (sin que nadie te odie en el proceso)
- Habla desde la empatía: Ponerse en los zapatos del otro siempre funciona. Antes de dar tu crítica, pregúntate: “¿Cómo me sentiría si me dijeran esto a mí?”. Hablar con empatía no solo hará que tu mensaje llegue mejor, sino que mostrará que realmente te importa la persona y su mejora.
- Sé específico, nada de vaguedades: Decir “No me gusta cómo trabajas” es vago y poco útil. En cambio, prueba con algo más específico como: “Creo que podrías mejorar la organización de tus tareas para cumplir mejor los plazos”. Así, la persona sabe exactamente qué aspecto mejorar y cómo hacerlo.
- Enfócate en la acción, no en la persona: Esto es clave: critica el comportamiento, no a la persona. Por ejemplo, en lugar de decir “Eres desorganizado”, intenta “He notado que las entregas se han atrasado; ¿cómo podemos organizar mejor el calendario para que todo fluya?”. De esta forma, evitas que la crítica se sienta como un ataque personal.
- Ofrece una solución: No dejes la crítica en el aire. Si realmente quieres ayudar, ofrece una sugerencia o solución que pueda ser útil. Decir algo como: “Podrías probar esta herramienta para organizar tus tareas; me ha funcionado genial” es mucho más útil que solo señalar el problema.
- Cierra con algo positivo: Termina la conversación con algo que reconozca el esfuerzo de la persona o sus habilidades. Algo tan simple como: “Sé que eres súper comprometido, y con un poco de ajuste, estoy seguro de que verás resultados increíbles” puede marcar la diferencia.
Cómo recibir críticas constructivas (sin que se te encienda el modo defensa)
- Respira y escucha: Es normal sentir un poco de incomodidad o que el corazón se acelere cuando alguien nos da una crítica. Pero, antes de reaccionar, respira profundo y escucha todo lo que te dicen. Mantén la mente abierta: la idea es aprender, no entrar en una batalla.
- Pregunta y aclara: Si algo no queda claro, no dudes en preguntar. Puedes decir algo como: “Entiendo lo que mencionas sobre mis entregas, ¿podrías darme un ejemplo específico para saber cómo mejorarlo?”. Preguntar no solo muestra que te interesa mejorar, sino que también te da una perspectiva clara sobre lo que necesitas cambiar.
- No te lo tomes personal: A veces, es fácil sentir que una crítica va dirigida a ti como persona y no a tus acciones. Pero la mayoría de las veces se trata de mejorar un aspecto concreto de tu trabajo o comportamiento. Piensa en la crítica como una oportunidad para crecer y aprender.
- Agradece la retroalimentación: Aunque pueda ser difícil, agradecer la crítica es un buen paso para demostrar madurez. Algo tan simple como “Gracias por decírmelo, lo voy a tener en cuenta” puede hacer que la otra persona sienta que aprecias su opinión y estás dispuesto a mejorar.
- Evalúa y actúa: No todas las críticas serán acertadas, pero es importante que las evalúes y veas si realmente te pueden ayudar. Si consideras que lo que te dijeron tiene sentido, toma acción. Por ejemplo, si te dijeron que debes mejorar tu comunicación, puedes buscar cursos o leer sobre técnicas que te ayuden a expresarte mejor.
Recuerda: ¡La crítica es una oportunidad!
Al final del día, las críticas constructivas son oportunidades disfrazadas. Pueden ser incómodas, sí, pero si las aprovechas, pueden llevarte a mejorar tus habilidades y crecer en lo que haces. Así que, la próxima vez que recibas o des una crítica, piensa en cómo convertirla en un paso positivo en tu desarrollo.
