La inteligencia artificial está transformando el mundo laboral: reemplaza tareas, crea nuevos roles y desafía nuestra capacidad de adaptación. ¿Estamos listxs para el cambio?
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ToggleEl impacto de la inteligencia artificial en el empleo: ¿oportunidad o riesgo?
Cada vez que surge una nueva tecnología, escuchamos la misma frase: “esto va a cambiarlo todo”. Y con la inteligencia artificial (IA), esta vez es cierto. Está redefiniendo el mundo del trabajo a una velocidad vertiginosa. A medida que las máquinas aprenden a realizar tareas humanas con más rapidez y eficiencia, surgen nuevas preguntas (y viejos miedos): ¿nos va a dejar sin trabajo? ¿O nos está empujando hacia nuevas oportunidades?
Spoiler: ambas cosas están ocurriendo al mismo tiempo.
¿Qué es la inteligencia artificial y por qué afecta al empleo?
La IA no es magia: es matemática aplicada al procesamiento de datos para automatizar tareas y decisiones. Su implementación en las empresas permite optimizar procesos, reducir errores y —hay que decirlo— prescindir de ciertas tareas humanas. Según un informe de Deloitte, la IA está acelerando la transformación digital en todos los sectores productivos. Afecta desde los cargos operativos hasta los creativos, y desde operarios hasta directivos.
Según McKinsey, entre 75 y 375 millones de personas podrían ver afectado su trabajo por la automatización impulsada por IA antes de 2030. Esto equivale entre el 3% y el 14% de la fuerza laboral global. Es decir, muchas ocupaciones desaparecerán, especialmente las más repetitivas. Pero al mismo tiempo, se generarán nuevas oportunidades en sectores emergentes.
Principales sectores laborales impactados por la IA
Los sectores más vulnerables a la automatización son los que dependen de tareas repetitivas o estructuradas. Actividades como el ensamblaje industrial, la logística, el procesamiento de pagos o la gestión de datos ya están siendo automatizadas con algoritmos.
La atención al cliente también está cambiando: hoy muchos chats y consultas son gestionadas por bots. Pero el impacto no se limita a tareas administrativas. Según Wired en Español, áreas como educación, periodismo y diseño también están evolucionando. Herramientas como ChatGPT o Midjourney demuestran que incluso ciertas tareas creativas pueden automatizarse, al menos en parte.
Esto no significa que desaparecerán, pero sí exige repensar cómo trabajamos y qué aportamos como personas.
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¿Qué trabajos están en riesgo de desaparecer?
Las ocupaciones más amenazadas comparten un patrón: alta repetición y poca complejidad. Cajeros, operarios, choferes, personal administrativo y trabajadores de call centers están entre los perfiles más expuestos.
Deloitte advierte que sin una estrategia de reconversión laboral, estos roles podrían desaparecer rápidamente. Aquí entra el concepto de reskilling: adquirir nuevas habilidades o actualizar las que ya tenemos. La automatización no es el problema. El problema es quedarse quieto.
Nuevas oportunidades laborales gracias a la IA
Así como algunos empleos se vuelven obsoletos, también emergen nuevos perfiles. Wired destaca el crecimiento de áreas como desarrollo de IA, análisis de datos, ciberseguridad, experiencia de usuario o gestión ética de tecnologías.
El abogado laboral Juan Pablo Chiesa señala que la IA no reemplaza automáticamente al ser humano. El riesgo es quedarnos rezagados si no nos formamos ni actualizamos. En este escenario, las habilidades blandas cobran un rol clave: creatividad, pensamiento crítico, trabajo en equipo. No todo es código: también se trata de colaborar con las máquinas y tomar decisiones junto a ellas.
El caso de Chile: ¿cómo se está adaptando el mercado laboral?
Un estudio reciente de Corpa Research reveló que el 60% de las personas en Chile teme que la IA le quite el trabajo. La preocupación es mayor entre personas con poca formación digital o empleos de baja calificación.
Aunque ya existen programas públicos y privados para alfabetización tecnológica, aún falta una estrategia más amplia e inclusiva. Si no se actúa con rapidez y equidad, la brecha digital podría ampliarse y afectar aún más el acceso al empleo.
¿Cómo prepararse para el futuro laboral con IA?
Prepararse no significa solo aprender a usar herramientas nuevas. El desafío es doble: por un lado, desarrollar habilidades técnicas relacionadas con IA y, por otro, potenciar habilidades blandas como empatía, adaptabilidad, resiliencia y capacidad de aprendizaje continuo.
El Foro Económico Mundial estima que para 2025 más de 85 millones de empleos desaparecerán, pero surgirán 97 millones de nuevos. Esto exige un cambio urgente en los sistemas educativos, para enfocarse en lo que las máquinas no pueden hacer.
Empresas y gobiernos deben acompañar este proceso con programas de formación y reconversión, a un ritmo que esté a la altura del cambio tecnológico. La responsabilidad no es solo de los trabajadores: es compartida.
Como señala el informe de Deloitte, aprender ya no es algo que se hace una sola vez en la vida. Es un proceso permanente. Y quienes lideren este cambio serán quienes entiendan eso primero.
¿Debemos temerle a la IA o adaptarnos?
La IA no va a parar. Lo que sí podemos elegir es cómo respondemos. Como dice Juan Pablo Chiesa, esto no es una revolución silenciosa: es un cambio de fondo en cómo trabajamos, producimos y generamos valor.
Más que resistirnos, lo que necesitamos es comprender, adaptarnos y ser parte activa de esta transformación. Porque el futuro del trabajo no será 100% humano ni 100% automatizado: será híbrido. Algunos empleos desaparecerán, otros nacerán, y el factor decisivo será cuán rápido aprendamos y nos reinventemos.
En definitiva: el problema no es la IA. El problema es no hacer nada frente a ella.
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