El 72 % de los presupuestos de marketing en general se destinan a canales de marketing digital, ya que las plataformas virtuales son el medio de comunicación y venta por excelencia. Por eso, comprobar su eficacia es fundamental.
Incluso, es posible hacer testeos previos para evaluar la efectividad de los recursos pensados para una campaña o diseño. Una herramienta clave es el A/B testing, una técnica aplicable al marketing digital y también útil para el desarrollo de softwares y otros productos digitales.
Si quieres conocer más sobre esta técnica, en este artículo te explicamos detalladamente qué es el A/B testing y para qué sirve, cuándo realizarlo y cómo llevar a cabo tus propios tests.
¿Qué es el A/B testing y para qué sirven?
El A/B testing, también conocido como prueba A/B o split testing, es una técnica de experimentación en la cual se comparan dos versiones (A y B) de un elemento específico. Puede tratarse de un llamado a la acción, el color de un botón, el asunto de un mail promocional, etc.
El objetivo es determinar cuál de las dos versiones produce mejores resultados en términos de conversiones, tasas de clics u otras metas predefinidas. Esto deriva en una serie de ventajas:
- Tomar decisiones basadas en datos concretos y mejorar el rendimiento de las campañas y el retorno de la inversión (ROI).
- Aumento de la tasa de conversión.
- Reducción de tiempos y costos en campañas.
- Mejoras en la experiencia del cliente.
- Desarrollar una base de datos con directrices para el diseño de productos digitales o campañas.
- Reducir riesgos al realizar cambios en el diseño web.
¿Cuándo se puede realizar?
Como mencionamos antes, el A/B testing es adecuado en diversas situaciones dentro de una estrategia de marketing digital. Poder identificar las preferencias de la audiencia objetivo, ayuda notablemente a enfocar el tono de marca, paleta de colores, diseño, etc.
Veamos algunas estrategias puntuales y casos en que se puede aplicar el testeo:
- Optimización de páginas web: pruebas de diseño, llamadas a la acción, formularios, entre otros.
- Email marketing: testear líneas de asunto, contenido del correo, botones de llamada a la acción.
- Publicidad digital: comparación de diferentes creatividades, mensajes o segmentos de audiencia.
Realizar A/B testing es especialmente útil cuando se busca mejorar la tasa de conversión de una acción específica, como la suscripción a un boletín, la descarga de un recurso o la compra de un producto.
Ejemplos de testing
Para ilustrar cómo funciona el A/B testing, consideremos algunos ejemplos prácticos en diferentes contextos y a partir de diversos objetivos de análisis:
Color del botón de compra
Variante A: Botón de compra verde con texto «Comprar ahora».
Variante B: Botón de compra azul con texto «Añadir al carrito».
Al dividir aleatoriamente el tráfico del sitio web entre las dos versiones y analizar las métricas de conversión, se puede determinar cuál de las dos variantes motiva a más usuarios a completar la compra.
Asunto de un email
Variante A (Control): Asunto: “¡Descubre nuestros nuevos productos de verano!»
Variante B (Prueba): Asunto: “Exclusivo: ¡Accede antes que nadie a nuestras novedades de verano!»
En este ejemplo, se está probando el impacto de dos diferentes enfoques en el asunto del mail: la Variante A es más directa y enfocada en la presentación de nuevos productos, mientras que la Variante B agrega un sentido de exclusividad y urgencia, sugiriendo que el destinatario tendrá acceso prioritario a las novedades.
El objetivo del A/B testing es determinar cuál variante obtiene una mayor tasa de apertura, clics o conversiones, y así poder optimizar futuras campañas de email marketing. Otros casos en los que puede aplicarse el test son: título de página de destino, imagen de un anuncio, diseño de pagina web, descripción de producto, video vs imágenes, horarios de envío de correo electrónico, etc.
Tipos de tests A/B
Al realizar un testeo, la clave es identificar áreas de mejora y formular hipótesis para probar variantes y optimizar. Existen varios tipos de pruebas A/B que puedes realizar según tus objetivos específicos. Repasemos algunos:
- Test de contenido: consiste en comparar diferentes versiones de contenido, como textos, imágenes o videos.
- Test de diseño: compara diferentes diseños o layouts de una página o elemento.
- Test de llamado a la acción (CTA): implica probar distintos textos, colores o diseños de botones de CTA.
- Test de ofertas y promociones: crear diferentes ofertas o promociones para ver cuál es más atractiva.
- Test de precio: consiste en ofrecer diferentes precios o estructuras de precios.
- Test de búsqueda: se trata de variar títulos, descripciones o palabras clave en anuncios de búsqueda.
- Test de velocidad y rendimiento: compara si la velocidad de carga o el rendimiento de una página afecta las conversiones para invertir en la optimización de un sitio web.
- Test de segmentación: se analiza si la segmentación de audiencias afecta las conversiones.
- Test de timing: sirve para evaluar si el momento en que se muestra un mensaje u oferta afecta las conversiones.
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Pasos para realizar pruebas A/B
Realizar pruebas A/B efectivas requiere seguir un proceso estructurado. Al llevar a cabo el testeo, es importante probar solo una variable a la vez, tener una audiencia objetivo significativa y definir específicamente los objetivos y conclusiones.
Además, es importante seguir una serie de pasos:
- Definir el objetivo: es importante identificar qué necesitas mejorar o medir (conversiones, clics, aperturas, etc.).
- Seleccionar la variable a probar: es decir, elegir sobre qué elemento se va a aplicar la generación de variantes (título, imagen, CTA, etc.).
- Crear la hipótesis: previo a la aplicación del test, es clave formular una suposición sobre qué versión ganará.
- Diseñar las versiones: a continuación, llega el momento de crear las dos versiones con el elemento modificado.
- Dividir el tráfico: para hacer las pruebas, es necesario repartir el tráfico de manera aleatoria entre las dos versiones. Se trata de in proceso automatizado, para un resultado fiel y objetivo.
- Establecer la duración del test: otra acción crucial es determinar cuánto tiempo debe durar el test para obtener datos significativos.
- Recopilar y analizar datos: una vez ejecutado el a/b testing, es momento de recolectar datos de ambas versiones y analizarlos para determinar cuál ganó.
- Determinar la ganadora: luego del análisis, se identifica qué versión tuvo mejor rendimiento según el objetivo definido.
- Implementar la ganadora: luego de recopilar la información sobre las preferencias de la audiencia, llega el momento de aplicar la versión ganadora a todos los usuarios.
- Monitorear y ajustar: aunque haya concluido el testeo, es fundamental seguir monitoreando y ajustar según sea necesario.
Implementar correctamente estos pasos garantiza que tus pruebas A/B sean efectivas y proporcionen resultados significativos para tu estrategia digital.
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El A/B testing es una herramienta poderosa para mejorar el rendimiento de las campañas de marketing digital mediante una experimentación controlada. Entender cómo y cuándo aplicarlo, ayuda a tomar decisiones informadas y optimizar tus estrategias con base en datos reales.
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