Las diferentes olas de desarrollo van dando a luz conceptos con los que el ser humano busca comprender y responder a una realidad cambiante y cada vez más acelerada. Ahora bien: dado que lo que funcionó en el pasado podría no adaptarse a las necesidades actuales, las personas y las organizaciones van gestando nuevas formas de pensar y abordar los desafíos de cara al futuro, delineando nuevas estrategias para la toma de decisiones.
Concepto VUCA
El concepto de VUCA se creó a fines de los años setenta, época de cambios rápidos, inestabilidad global y avances tecnológicos. En ese momento se percibía un mundo “volátil, incierto, complejo y ambiguo” (Volatility, Uncertainty, Complexity y Ambiguity conforman sus siglas en inglés). Con la creación y expansión de Internet, este concepto empezó a aplicarse en el mundo corporativo, en tiempos en que las empresas se vieron obligadas a adaptarse a la imprevisibilidad, la transformación y las diferentes interpretaciones del mismo hecho en la era posterior a Internet.
Concepto BANI
Sin embargo, a partir de la pandemia ganó impulso otro concepto: BANI, que se refiere a frágil, ansioso, no lineal e incomprensible (Brittle, Anxious, Nonlinear e Incomprehensible por sus siglas en inglés). Este último define una realidad de confusión, caos y resultados impredecibles, que va más allá de la inestabilidad y la incertidumbre.
En el fondo, tanto VUCA como BANI describen los entornos en los que operan las empresas o personas, cómo se verán afectadas por circunstancias externas y qué acciones se requieren para enfrentar los retos. Hablan de la necesidad de adaptar la gestión y métodos de trabajo a cada situación o estado de cosas, que como tal va cambiando. Es decir, que en el contexto del desarrollo empresarial, ambos conceptos llevan a enfoques adaptables y ágiles para resolver problemas. Justamente porque las metodologías ágiles ayudan a dar respuestas apropiadas en contextos desafiantes.
En busca de agilidad
El entorno descripto por VUCA es esencialmente volátil y requiere una adaptación veloz, cosa que se puede lograr con herramientas ágiles que ayuden comprender al cliente y a estar cerca de él, por ejemplo, mediante iteraciones y entregas tempranas de valor.
Por su parte, como herramienta de planificación, BANI requiere compromiso con el esfuerzo continuo en busca de mejores formas de trabajar, con espacio para la exploración para ofrecer un mejor servicio a los clientes, apoyar a los proveedores y socios y construir una organización más sostenible.
Metodologías ágiles
En la actualidad hay quienes entienden que los cambios en el mundo piden pasar del enfoque VUCA a BANI. Este último concepto de alguna manera invita al pensamiento disruptivo. Recuerda a las organizaciones el contexto de interrupción y las desafía a reconocer las limitaciones de su conocimiento, comprensión y predicciones.
En el nuevo escenario social y económico impredecible, los líderes deben impulsar equipos resilientes y adaptables, fomentar la innovación y los métodos ágiles en la forma de trabajar. Los líderes lo saben, y por eso un estudio muestra que se ampliaron las opiniones sobre dónde puede beneficiar a una organización la adopción de agile.
En la investigación, más del 50% de los encuestados informó que su empresa «aplica prácticas ágiles a todo el ciclo de vida de entrega de aplicaciones»; y el 60% también dijo que están implementando prácticas ágiles para los equipos de IT y software, así como también para la transformación digital en toda la compañía.
En el entorno actual la formación como Técnico Superior en Agile Coaching que impartimos desde el Instituto Profesional IPP, puede ayudar a las personas y las organizaciones a desarrollar las habilidades y prácticas que se requieren para trabajar y desarrollarse. Cabe destacar que el técnico en Agile Coaching ayuda a las empresas a mejorar en áreas como la mentalidad de gestión, agilidad en toda la organización y aspectos como la entrega, velocidad y calidad; también ayuda a optimizar la comunicación, la colaboración y la transparencia, y a desarrollar métricas individuales, de equipo y organizacionales.