Contar con copias de resguardo de la información digital es una medida fundamental, pero aún no está del todo extendida. Acá te contamos porqué.
El 31 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial de la Copia de Seguridad. Esta fecha se instaló en 2011 con el objetivo de concienciar acerca de la necesidad de realizar resguardos periódicos de la información tanto personal como corporativa.
La organización que promueve esta celebración define al backup como “una segunda copia de los archivos más importantes; en vez de guardarlos en un solo lugar, la copia debe estar en otro lado, en un sitio seguro”. Aunque los expertos recomiendan efectuar una copia de todos los archivos digitales cada semana, o al menos una vez cada quince días, un estudio de 2023 realizado entre usuarios particulares estadounidenses encontró que 18% de las personas nunca hizo una copia de seguridad.
Según este relevamiento el:
- 11% de los usuarios que poseen una computadora hicieron copias de seguridad al menos una vez al día.
- 8% la hicieron una vez por semana.
- 15% una vez por mes.
- 67% informó haber borrado algo accidentalmente.
- 54% dijo que perdió datos.
- 53% se vio afectado por algún incidente de seguridad.
- 48% tuvo una falla en el disco duro externo.
- 44% perdió el acceso a sus datos cuando se eliminó una unidad compartida o sincronizada.
Activo clave
En plena era digital los datos son un activo valioso para las personas y las empresas. Cuidar su integridad es fundamental, tanto para evitar inconvenientes personales, como para asegurar la continuidad del negocio.
Cabe indicar que en el ambiente corporativo la pérdida de datos es más común de lo que se cree. Y las causas que pueden poner en riesgo información muy preciada y necesaria son varias: fallas informáticas, ciberataques, errores humanos (sin intención, o malintencionados), accidentes, extravío o hurto de dispositivos, formateos, desastres físicos (incendios, inundaciones, problemas con el clima) y más.
Para dar una idea del grado de exposición, basta decir que en 2022 se detectaron 5.500 millones de ataques de malware en todo el mundo. Y este es solo uno de los tipos de ataques y factores que pueden dañar o comprometer los datos. De allí que sea tan importante desarrollar estrategias preventivas.
Cómo protegerse
El objetivo de hacer una copia de seguridad es disponer de una alternativa de recuperación en caso de que los datos primarios se vuelvan inaccesibles. En la actualidad, pueden efectuarse copias en dispositivos físicos ubicados en las propias instalaciones, o en otras locaciones. En el primer caso por ejemplo puede almacenarse la copia en una simple memoria USB, en discos duros externos (HDD), en una unidad de estado sólido externa (SSD) o por ejemplo en un NAS (almacenamiento conectado a la red). Y en el caso de que se precise hacer un backup de datos confidenciales, se puede recurrir a soluciones de copia de seguridad de datos cifrados.
Como decíamos tanto las personas como las empresas hoy también pueden efectuar copias de resguardo en locaciones externas. Por ejemplo, pueden hacerlo en el entorno cloud, a través de servicios de respaldo en línea. Los backups en la nube de hecho son una práctica cada vez más común, ya que permiten contar con un respaldo de la información en el datacenter de un tercero.
Según una estimación alrededor del 60% de todos los datos corporativos se almacenaban en la nube en 2022; para dimensionar la evolución cabe decir que esta cifra ascendía a solo el 30% en 2015.
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