En cualquier trabajo académico, ensayo, informe o artículo, la conclusión juega un papel crucial. Es el cierre perfecto que da sentido a todo lo que se ha mencionado previamente, dejando una impresión duradera en el lector.
En esta nota, exploraremos qué es una conclusión, sus partes esenciales, cómo elaborarla y consejos útiles para redactar una conclusión efectiva. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es una conclusión?
Una conclusión es la sección final de un escrito donde se resumen las ideas principales expuestas y se refuerzan los puntos clave.
Su objetivo es cerrar el tema de manera coherente, reafirmando la importancia de la información presentada y dejando al lector con una comprensión clara y completa del tema tratado. En otras palabras, es el broche de oro que sintetiza y da sentido a todo el contenido previo.
Partes que debe tener
Para que una conclusión sea efectiva, debe contener ciertos elementos esenciales:
- Resumen de ideas principales: Reiterar los puntos más importantes discutidos en el cuerpo del trabajo sin introducir nueva información.
- Reafirmación de la tesis o idea central: Reforzar la idea central del escrito, destacando su relevancia y impacto.
- Reflexión o llamada a la acción: Invitar al lector a reflexionar sobre el tema o sugerir acciones futuras basadas en las conclusiones del escrito.
- Cierre adecuado: Terminar con una frase que deje una impresión duradera, asegurando que el lector se lleve una comprensión clara y precisa del tema.
¿Cómo hacer una conclusión?
Redactar una conclusión puede parecer una tarea desafiante, pero siguiendo unos pasos simples, puedes asegurarte de que tu conclusión sea clara, concisa y efectiva. A continuación, te presentamos algunos consejos para elaborar una conclusión bien estructurada:
- Revisa tu tesis y los puntos principales: Antes de empezar a escribir la conclusión, repasa tu tesis y los puntos clave de tu escrito. Esto te ayudará a identificar las ideas más importantes que debes reiterar en tu conclusión.
- No introduzcas nueva información: La conclusión es el lugar para resumir y reforzar lo que ya se ha dicho, no para presentar nuevos argumentos o datos.
- Usa un tono de cierre: Emplea frases que indiquen que estás concluyendo. Palabras como «En resumen», «Finalmente», «Para concluir», ayudan a dar al lector una señal clara de que estás terminando tu escrito.
- Reafirma la importancia del tema: Explica brevemente por qué el tema tratado es importante y relevante. Esto ayuda a reforzar el impacto de tu trabajo.
- Llama a la reflexión o acción: Si es adecuado, invita al lector a reflexionar sobre el tema o a tomar alguna acción específica basada en las conclusiones de tu trabajo.
Con qué palabras empezar una conclusión
Para comenzar una conclusión, es útil utilizar palabras y frases que indiquen que estás cerrando el tema. Algunas opciones comunes incluyen:
- En conclusión
- Para resumir
- En resumen
- Finalmente
- En definitiva
- Por último
Estas frases ayudan a señalar al lector que estás concluyendo el escrito y que lo que sigue es una síntesis de las ideas presentadas.
¿Qué tan larga debe ser una conclusión?
La longitud de una conclusión puede variar dependiendo del tipo de escrito y su extensión total. Sin embargo, en general, una conclusión debe ser breve y al grano, evitando la repetición innecesaria de información. Para la mayoría de los trabajos académicos y artículos, una conclusión de uno o dos párrafos es suficiente para resumir las ideas principales y dejar una impresión duradera.
En resumen, una conclusión bien elaborada no solo resume y refuerza las ideas principales de tu escrito, sino que también deja una impresión duradera en el lector. Siguiendo estos consejos, podrás redactar conclusiones claras, concisas y efectivas que reflejen la calidad de tu trabajo y tu comprensión del tema.