La mayoría de las personas ya no quiere trabajar en cualquier lugar, de cualquier forma, ni bajo cualquier condición. ¿Exigentes? Puede ser. ¿Evolutivos? También. Porque si hay algo que está cambiando a gran velocidad, es la manera en que entendemos el trabajo y lo que esperamos de él.
Un informe de Gallup 2025 revela que el 66% de las personas en el mundo se sienten desmotivadas en sus trabajos. Esto no es solo una cifra, es una señal. Las generaciones actuales ya no se conforman con cumplir horarios: quieren encontrar sentido, ser escuchadas, tener flexibilidad, y sentirse valoradas.
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Toggle¿El trabajo está en crisis?
Más que una crisis, lo que estamos viendo es una transformación. Como dice Andrés Pallaro, especialista en tendencias organizacionales:
«Podemos ver la historia y la humanidad como un gran movimiento de dignificación del trabajo. Nuestros abuelos trabajaban de sol a sol en regímenes hostiles. Hoy, una persona puede decir: ‘No quiero trabajar en cualquier lugar, quiero ver cómo me tratan, si entienden mis necesidades, si puedo tener una conversación sobre un horario especial’».
Pareto también señala que esto plantea un nuevo tipo de complejidad para las organizaciones:
«Puede ser incómodo para las empresas, pero es positivo para la sociedad. Es el desafío de los Recursos Humanos, de la psicología aplicada al trabajo y de muchas ciencias del comportamiento que buscan mejorar cómo trabajamos, con más libertad y bienestar».
Este cambio no solo refleja una demanda generacional. Es parte de un movimiento global que atraviesa a empresas, profesionales, estudiantes y a quienes están rediseñando sus expectativas sobre la vida laboral.
Este movimiento no surgió de la nada. La historia del trabajo muestra una evolución clara: del modelo fabril, donde la prioridad era la producción en masa y el control, pasamos a la oficina, donde reinaba la jerarquía y el horario fijo. Luego llegó el trabajo remoto como respuesta a nuevas tecnologías (y a una pandemia global), seguido por modelos híbridos más flexibles. ¿El presente? Personas que buscan trabajos con propósito, donde puedan aportar, crecer y sentirse bien. La dignidad laboral se volvió central.
Nuevas exigencias, nuevos desafíos
Empresas como Patagonia, Notion o Globant ya están liderando esta transformación. Incorporan modelos de trabajo que respetan los ritmos personales, proponen jornadas flexibles, y promueven culturas laborales basadas en la confianza. Algunas incluso permiten que sus colaboradores tomen decisiones clave sobre su tiempo, sus espacios y los proyectos que eligen.
También están surgiendo nuevas profesiones que hace unos años no existían: analistas de bienestar laboral, diseñadores de experiencias del colaborador, responsables de cultura organizacional. Roles que combinan psicología, gestión, tecnología y empatía para hacer del trabajo una experiencia más humana.
Y si estás por elegir una carrera, vale la pena hacerse esta pregunta: ¿solo piensas en lo que quieres hacer o también en cómo te gustaría trabajar? Hoy ambas cosas importan. Estudiar una carrera también es elegir un estilo de vida. ¿Quieres trabajar remoto? ¿Emprender? ¿Sumarte a una empresa que escuche y acompañe? Todo eso se define desde ahora.
El futuro laboral no es una tendencia: es una demanda
El cambio no es opcional. Quienes lideren el futuro del trabajo deberán integrar tecnología, bienestar, propósito y humanización. Porque trabajar con sentido ya no es un lujo, es una necesidad compartida.
Si te interesa formar parte de esa transformación, este es el momento para prepararte. En IPP ofrecemos carreras pensadas para los nuevos entornos laborales: 100% en línea, con mirada actual y docentes que te acompañan a pensar distinto.
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