“No quiero tener jefe”, “tengo una idea innovadora”, “me siento estancado” son frases que se repiten una y otra vez entre los estudiantes y trabajadores del siglo XXI. Muchos ven libertad y realización profesional en el emprendimiento, pero para las universidades e instituciones académicas el emprendimiento y la educación online es un gran desafío.
Hoy más que nunca los institutos profesionales y universidades tienen el gran desafío de crecer de la mano con el mercado laboral. La empleabilidad y el emprendimiento son temas críticos que las instituciones académicas no pueden ignorar. El conocimiento tiene que ser transferible a otras asignaturas y a la realidad donde se desempeñarán los estudiantes.
En este artículo, Rosa Batista Canino, Vicerrectora de Empresa, Emprendimiento y Empleo en La Universidad de Las Palmas en Gran Canarias, nos habla en detalle sobre el desafío de emprender desde las universidades.
Emprendimientos y la educación online: retos de las universidades en el siglo XXI
El reto de la universidad actual ya no es solamente la docencia, como en el siglo XIX. En medio del abanico de posibilidades y actividades algunos temas importantes se quedan en la trastienda, como el de la empleabilidad de nuestros estudiantes, que es un asunto crítico. La transferibilidad del conocimiento que impartimos los docentes está pasando a un primer plano y empieza a ser ya una exigencia.
El mundo realmente está cambiando a una velocidad monumental, que se multiplicó por cinco con la crisis de la pandemia.
En este marco, el foco de interés de las universidades está en la empleabilidad, transferibilidad y estabilidad a nivel macro, a partir de la docencia e investigación, la transferencia, el compromiso público y la sostenibilidad.
Los emprendimientos y la educación online están al debe, debido a un mal encaje y una sub utilización de los conocimientos y de la preparación de los universitarios.
25% es la tasa de emprendimientos en Chile
En Colombia, México, Perú y Chile cada vez más universitarios manifiestan interés hacia el emprendimiento. Particularmente en Chile, la tasa de emprendimiento está cerca del 25% con una motivación del torno al 2,5%, según la evaluación anual en torno a la actividad empresarial a nivel global que realiza la Global Entrepreneurship Monitor.
Este país también cuenta con una potente infraestructura física para el emprendimiento como coworking, desarrollo tecnológico, redes de contacto y programas que impulsan el emprendimiento.
¿Qué pueden hacer las instituciones académicas para aprovechar este contexto que favorece al emprendimiento? Generar ecosistemas emprendedores dentro de las instituciones y fomentar redes de contacto con los sistemas emprendedores de sus países, a nivel local y nacional.
Esto aumentaría la empleabilidad de los titulados, en la medida en que sus universidades e institutos profesionales se impliquen en generar un tejido empresarial de alto nivel, que pueda competir y mirar a la cara a todas esas empresas que están en un contexto global.
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Este vínculo entre las instituciones académicas y las empresas es de mutuo enriquecimiento, porque permitiría visibilizar y transferir el conocimiento que se genera en las casas de estudio y potenciar la imagen de marca de los aliados.
Ventajas de impulsar los emprendimientos desde la educación online
Las instituciones académicas deberán invertir en desarrollar sus ecosistemas internos y conectarlos con el tejido empresarial local, con el objetivo de enfrentar con éxito las necesidades de sus estudiantes por emprender en el mundo laboral.
El tejido empresarial local se fortalecería al conectarse con talento cualificado y certificado, capaz de participar en el desarrollo tecnológico y económico de las regiones. También potenciarían la presencia de las marcas en la región de la mano con las instituciones académicas, que muchas veces tienen presencia nacional.
No nos engañemos. Existen muchos factores que impiden que estos ecosistemas salgan a flote con rapidez e inteligencia, porque el emprendimiento es una cuestión sistemática. El fenómeno emprendedor es complejo porque en él influyen las políticas públicas, la cultura, el nivel de corrupción en los países y otros factores que ayudan al emprendimiento o que lo contrae y lo impide.
Por esto, es necesario transformar las universidades internamente en contextos de innovación abierta. Mientras más gente se involucre, mejor y no hablo esto desde un plano teórico.
En la Universidad de las Palmas ya lo estamos aplicando y recientemente inauguramos el edificio Nexo: un espacio de encuentro para la co-creación, donde participan estudiantes de todas las áreas y campus de la universidad y también el profesorado, a través de las spin off o extensiones académicas.
El emprendimiento desde la universidades e instituciones académicas está en plena efervescencia, porque permite crear un contexto interesante donde construir una universidad emprendedora, que al final de eso se trata. Trabajar en procesos de innovación abierta es el gran reto
Trabajar en equipo para emprender dentro de la instituciones académicas
Innovar y transformar el entorno social y económico de las instituciones académicas también es tarea de los estudiantes. Desde sus roles pueden practicar lo que se conoce como “dirección hacia arriba”, haciendo movimientos estudiantiles asociativos con implicación en los problemas sociales de su entorno, conectando equipos, creando procesos cooperativos y participativos e incluso haciendo copartícipe a los equipos de gobierno de ese cambio.
El papel de los docentes también es fundamental en el desafío de emprender desde las instituciones académicas, dinamizando a los estudiantes y permitiéndoles hacer. Con esto quiero decir que existen cientos de posibilidades para que las competencias emprendedoras se puedan llevar a la práctica, incluso a través de proyectos dentro de las asignaturas.
Se trata de trabajar en equipo para ir hacia el sentido de la iniciativa y el espíritu emprendedor; transformando las ideas en acciones. Los movimientos colectivos positivos pueden lograr cosas importantes, pero para eso hay que trabajar mucho en el desarrollo de competencias.
“Ambidiestrismo” emprendedor
El emprendimiento en sí es una competencia que debemos desarrollar, apoyada sobre muchísimas otras como liderazgo, resiliencia, autoconfianza, manejo de equipos y organización de medios.
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Impulsar el emprendimiento desde las instituciones académicas implica poner en práctica el ambidiestrismo, es decir: perfeccionar la formación de nuestros estudiantes en competencias específicas de sus carreras y a la vez potenciar un conocimiento más holístico, creativo, imaginativo, perceptivo, que se pueda practicar dentro y fuera de las aulas.
El primer paso hacia el mundo laboral se da dentro de los salones de clases. Convertir a las instituciones académicas en zonas de emprendimiento es un desafío que todos debemos emprender.
En IPP apoyamos la empleabilidad y la movilidad laboral de nuestros estudiantes desde el primer momento. Desarrolla competencias específicas y habilidades blandas en tu carrera online. Si quieres conocer más, visítanos.
Más información sobre este tema la puedes encontrar en el ciclo de conferencias “Experiencias y nuevos escenarios de empleabilidad”, realizadas en Santiago de Chile, durante octubre de 2020.